Para toda actividad o ejercicio, desde tocar el piano hasta jugar un partido de básquet, se necesita energía. Esa energía proviene de la ruptura de una molécula conocida como ATP. El ATP puede ser sintetizado a través de varios mecanismos, conocidos como sistemas energéticos, los cuales pueden ser agrupados según el siguiente criterio:
Sistemas aeróbicos:
- Oxidativo
Sistemas anaeróbicos
- Fosfágenos
- Glucólisis
Esto significa que si entendemos la transición aeróbica – anaeróbica, estaremos comprendiendo, a su vez, la transición entre los distintos sistemás energéticos.
La transición estará determinada por dos variables: la intensidad y la duración del trabajo. A su vez, estas variables se relacionan entre sí, como veremos a continuación. Teniendo presente la variable «intensidad», la síntesis es la siguiente:
- En reposo, hay mayor participación del sistema aeróbico
- A medida que la intensidad del ejercicio aumenta, los sistemas empiezan a equipararse
- Cuando la intensidad es muy alta y pasa cierto umbral, comienza el predominio del sistema anaeróbico
- Por lo tanto, a mayor intensidad, mayor participación del sistema anaeróbico
Ahora, teniendo presente la variable «duración», la síntesis es la siguiente:
- Cuando la intesidad es media y el trabajo no supera los 30-35 minutos, hay una participación compartida de ambos sistemas.
- Con una intensidad media o baja y una duración superior a los 30-35 minutos, aparece un predominio del sistema aeróbico
- Por lo tanto, a mayor duración, mayor participación del sistema aeróbico.
Es importante entender que este es un análisis muy esquemático de la transición aeróbica – anaeróbica. Para algunos resultará muy básico, y para otros estará falto de detalles. Pero lo fundamental es entender el concepto de la transición entre los dos sistemas, y que en esencia no es otra cosa más que lo expuesto en los últimos puntos de cada variable.
-Para saber más: «Fisiología del ejercicio», Chicharro y Vaquero